Nuestro campus rodeado de verde y gran variedad de especies, encierra entre sus muros muchas historias que merecen ser contadas, una de ellas la del Edificio Administrativo o Edificio 1.
Diseñado por el arquitecto Arquitecto Hans Drews Arango y construido por el consorcio Cuéllar Villegas y Vélez entre 1958 y 1960, esta edificación que fue la primera construida de la Universidad Tecnológica de Pereira, fue declarada a través de la resolución 4991 del 30 de agosto de 2010 como Bien de Interés Cultural del Ámbito Municipal.
Su historia se remonta a 1955, cuando la firma Cuéllar Villegas & Vélez gana la licitación para la construcción de los primeros edificios de la Universidad Tecnológica de Pereira y el dibujo de los planos le es encomendado a Hans Drews Arango, sobrino político del principal promotor de la obra, Jorge Roa Martínez.
De formación “moderna”, Hans Drews Arango hace parte de las primeras generaciones de egresados de la Universidad Nacional de Colombia, que habían recibido de sus maestros “extranjeros” las influencias del estilo internacional y la tecnificación de la construcción, llevando a proponer una arquitectura basada tanto en la eficiencia funcional y constructiva, como en la limpieza y el orden formal.
Los edificios finalizados en 1961 corresponden a un estilo arquitectónico moderno, en el cual se destaca la adaptación de los espacios a las funciones propuestas, alcanzando las máximas calidades espaciales, ambientales y estéticas en el desarrollo de las actividades administrativas y académicas.
La utilización de planta libre, la modulación de los espacios, la independencia estructural de los muros, el manejo de vanos continuos y la funcionalidad de la cubierta, destacan el conjunto como un claro ejemplo de la funcionalización y tecnificación de la arquitectura a mediados del siglo XX. Se enfatiza así mismo, la horizontalidad del conjunto y la independencia de los volúmenes, los cuales se unen por medio de rampas y escaleras que garantizan la facilidad en el acceso, la movilidad entre ellos y una posible evacuación de los mismos.
Justamente la inclusión en el Inventario de Bienes Patrimoniales de Conservación Arquitectónica, Histórica y Cultural obedece a la representatividad de su arquitectura y tipología, pero también a su funcionalidad. Está compuesto por tres volúmenes, uno de dos pisos y otro de tres pisos: uno cuadrado que es el más pequeño y que corresponde a las oficinas, el segundo alargado en donde están las aulas y un tercero de forma rectangular localizado en la parte posterior.
Pero también se tuvo en cuenta la cuidadosa intervención física; hecho que, llevó a la administración a realizar ingentes esfuerzos para conservarlo en condiciones óptimas, entre ellas, mantener su impecable y original color blanco, tema en el que se trabaja incluso hoy en las edificaciones circundantes, tanto las existentes como en las nuevas obras que se encuentran en ejecución.
Es por tanto esta edificación un referente de las técnicas de construcción, ingeniería y arquitectura de mediados del Siglo XX en Colombia y que sin lugar a dudas marcó una época del desarrollo de la educación superior en la región cafetera.
En el inmueble de carácter mixto, hoy operan la Rectoría, las vicerrectorías Académica, Administrativa, Investigación, Innovación y Extensión, Oficina de Planeación y adicionalmente en él reciben su formación estudiante de distintas facultades de ingenierías Eléctrica, Industrial, Mecánica, entre otros.
Es de resaltar que la edificación ha permitido garantizar a la fecha, el adecuado desarrollo de las actividades y su adaptabilidad en el tiempo. Se han realizado redistribuciones interiores de acuerdo con las necesidades de la universidad en materia de espacios para oficinas, las cuales cuentan con iluminación y aireación natural, siempre salvaguardando los elementos estructurales y de fachada de la edificación; conservando así su prevalencia como edificio de gran afluencia por toda la comunidad universitaria.
Un compromiso de todos
La edificación cuenta con un Plan Especial de Manejo y Protección, PEMP formulado por la Universidad Tecnológica de Pereira y fue el primero aprobado en Pereira a través de la resolución 5630 del 7 de junio de 2019, luego de que la Comisión de Patrimonio Municipal de Pereira, diera su concepto favorable.
En dicho documento se especifican los parámetros de conservación, protección y cuidado de sus valores arquitectónicos para mantener su declaratoria.
Dentro de las acciones que conlleva están:
- Determinar, desde una visión integral, el estado real de las edificaciones declaradas.
- Realizar un análisis integral de las edificaciones para establecer lineamientos que prevengan posibles situaciones de riesgo para el Bien de Interés Cultural- BIC-.
- Definir las líneas de actuación requeridas para futuras intervenciones en el edificio.
- Fomentar, a través de la formulación del PEMP, el respeto y la apropiación de los edificios tanto por parte de la comunidad universitaria como de aquella población no académica.
Ahora, para mantener la declaratoria como Bien de Interés Cultural del Ámbito Municipal es fundamental el acompañamiento y compromiso de toda la comunidad universitaria: estudiantes, docentes administrativos, porque del aporte de todos depende la preservación y conservación de su estructura, ya que es un baluarte no solo del campus sino de Pereira. Porque la UTP Cuida